domingo, 23 de septiembre de 2012

¿donde acaba el atletismo popular y empieza el profesional?

Despues de cada carrera, justo tras cruzar la meta, todos los populares repetimos el mismo gesto: miramos el reloj con buena o mala cara y observamos el tiempo que hemos hecho. Mejor o  peor, el reloj condiciona el éxito o el fracaso de una carrera que llevamos preparando durante meses o semanas. A fin de cuentas, competimos contra nosotros mismos, o eso hacemos al menos el noventa y muchos por ciento de los que estamos en este deporte. El resto, me temo, se dedica a competir por posiciones del podium, por premios, por gloria, por estar entre los tres primeros... y es ahí donde me hago la pregunta: ¿donde empieza el profesional y acaba el popular? 

Jesús España compitiendo
Por definición, un profesional es alguien cuya primera y única dedicación es el deporte, es decir, en el caso de un atleta, genera los diferentes recursos económicos para subsistir única y exclusivamente participando en carreras, sin necesidad de otra actividad o trabajo que incida en el entrenamiento y la preparación diaria. Por poner un ejemplo, Jesús España no tiene otra actividad más que preparar las carreras de 5000 en las que compite representando a su club o a la selección nacional, disponiendo de 365 días al año para rodar, entrenar, descansar, alimentarse y preparase mentalmente para la competición. En cambio, el runner que vemos corriendo por el parque seguramente tiene un trabajo que le absorbe durante 40 horas a la semana ( o más), se levanta a las siete de la mañana, come el menú del día en el restaurante de la esquina, duerme ocho horas en el mejor de los casos  y difícilmente podra aguantar más de 400 metros el ritmo de Jesús en Carrera. Para él, en un cinco mil bajar de 20 minutos sería un éxito.

Pero muchas veces, al ver las clasificaciones, comienzo a no tener tan claro donde empieza el popular y acaba el profesional. Las carreras están empezando a poblarse en los primeros puestos de tiempos cada vez más cercanos a la pista y a la élite. Recuerdo que hace unos años la barrera de los 40 minutos en los diezmil era algo de lo que presumíamos aquellos que rondábamos esos tiempos. Requería muchas horas de entrenamiento, una buena programación y mucho cuiadado con lo que comía. Estuve practicamente un año entrenando cuatro días a la semana para conseguilo y me garantizó al menos entrar entre los cincuenta primeros en muchas populares. Ahora vemos corredores que consiguen 34 o 36 minutos  en esa misma distancia, una masa que cada vez se hace más y más grande en número  ¿cómo ha aparecido esa nueva élite de populares? ¿son profesionales venido a menos o populares venidos a más? ¿cuantas horas dedican a entrenar y cómo lo consiguen?

Lo cierto es que, en la nueva de la sociedad de la información,adquirir conocimiento es en general mucho más fácil. Con dos clicks puedes acceder a planes de entrenamiento, alimentación, material de alta calidad a precios competitivos. Con cuatro clicks puedes compartir experiencias con otros runner, desarrollar técnicas de entreno, ver videos de entrenamientos profesionales o acceder a conocimiento que hace veinte años estaba en manos de unos pocos. Con seis puedes aprender cómo inyectarte carnitina, como conseguir broncodilatadores o como agenciarte complementos protéicos que aumentan masa muscular.

Además, a pesar de su presunta exigencia, el atletismo de fondo en general no requiere excesivo tiempo de  ejecución por sesión, ya que el propio músculo es quien limita la dedicación. Evidentemente no hablamos del ciclismo, natación, o esquí ( el de verdad, no el de los pijos), otros deportes de fondo por antonomasia que requieren de largas sesiones de entrenamiento y una buena gestión de descanso. El atletismo es diferente: con una o dos horas al día, complementadas con una buena alimentación y algunas sesiones de gimnasio podemos arrancar buenos tiempos en cincomiles o diezmiles sin mucho problema. Jesús probablemente no dedica más de cuatro horas al día a entrenos, entre otras cosas porque dedicar más tiempo sería desgastar el músculo. En resumen: no hay que dedicar mucho tiempo para obtener resultados.

En segundo lugar, los actuales sistemas educativos, las (malas) políticas retributivas y la calidad de la (precaria) contratación de este pais nos han traido una realidad: la oposición para obtener un empleo de policia, bombero o guardia civil es una buena idea entre personas de 25/30 años. Desconozco que porcentaje de opositores practican el running pero mi sensación es que son muchos los que copan estos primeros puestos en las carreras, al estar basadas muchas de esas pruebas físicas de acceso en buenos tiempos en carrera de media-larga distancia.

Y llegamos al último punto, al más polémico: el dopaje popular. El otro día me preguntaban en casa ¿por qué el CSD lanza una campaña publicitaria en la televisión contra el dopaje si éste sólo se mueve entre profesionales? Recientes operaciones, como Puerto y Skype, han demostrado una nueva realidad: el dopaje está extendido entre populares, muy extendido.

¿Quién sabe? como decía Lamela "yo prefiero saltar menos pero tener los huevos en mi sitio.

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